Protección de páramos: apuesta para la sostenibilidad

Cada día, en diferentes regiones colombianas, se hacen públicas nuevas amenazas contra el agua, poniendo en entredicho el futuro no solo de la industria en general, sino de toda la población. Muchas de esas amenazas se originan en el inadecuado manejo que se les da a las principales fuentes, particularmente, a las cuencas altas de los ríos y a despensas naturales como los páramos.

 

Según el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt, la mitad de los páramos se encuentran en Colombia y proveen el 70% del agua potable del país. Así que el páramo de Santurbán, en Santander y Norte de Santander, no es solo un accidente geográfico de aproximadamente 150.000 hectáreas o una referencia que estuvo en la agenda informativa de los colombianos algunos meses atrás.

Para Tangmar Marmon, coordinador de la línea de trabajo Visiones Regionales del Desarrollo de la Agencia de Cooperación Alemana —GIZ—, el páramo de Santurbán es trascendental para Colombia “por su función como vertiente, una especie de esponja que regula el ciclo hídrico y libera mucha agua potable a los ríos de la región, alimentando a toda la población e irrigando la economía, la agricultura y las empresas”.

Este tanque natural de almacenamiento y regulación de aguas tiene 68 lagunas, surte los  acueductos de 48 municipios habitados por más de 2.300.000 personas, riega miles de hectáreas de café, arroz, palma, caña y cultivos de pancoger. Además de fuente de la Termoeléctrica de  Tasajero y de la industria regional, las aguas de Santurbán llegan al río Sardinata que a su vez alimenta al Magdalena y nutre a la cuenca del Zulia, el cual desemboca en el Catatumbo aportando el 60% de agua dulce del lago de Maracaibo.

Su biodiversidad incluye especies endémicas, algunas desconocidas para la ciencia hace pocos años. En flora hay más de 450 especies, entre ellas frailejones, helechos, musgos y líquenes y se estima que existen más de 200 animales en vías de extinción como ranas, aves, lagartos y osos.

Pese a su condición de ‘fábrica de agua’, el páramo es altamente vulnerable debido a las alteraciones originadas por la agricultura, la ganadería, la quema de bosques, el uso de agroquímicos y los pequeños y grandes proyectos mineros para la explotación de oro, plata, carbón, caliza y uranio. Según expertos de la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental —Corponor— si se afectan las condiciones de Santurbán, en particular con la minería a cielo abierto, se generarían daños irreversibles en sus propiedades para producir, almacenar y regular la oferta de agua.

Preocupados por esta grave amenaza, Corponor, la Gobernación de Norte de Santander, siete municipios beneficiarios del páramo, la Universidad de Pamplona, la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional —GIZ—, a través del programa de Cooperación entre Estado y Sociedad Civil para el Desarrollo de Paz (Cercapaz) y Bavaria, aunaron esfuerzos para que 90 mil hectáreas, el 72% de Santurbán, se conviertan en área natural protegida*.

“Buscamos la protección efectiva de la riqueza hídrica y natural del ecosistema, así como la resolución y transformación pacífica de los conflictos socioambientales alrededor de la posminería ya que ciertas actividades agrícolas y ganaderas, aparte de la minera, no serían posibles. Además, pretendemos la declaración de Parque Natural del área denominada Santurbán —unas 78.000 hectáreas— el cual se sumaría al actual Parque Natural Regional de Sisavita, que consta de 12.248 hectáreas”, afirma Tangmar Marmon.

El resultado de esta alianza público-privada es que el componente ecológico estará a cargo de Corponor, el social lo coordinará Cercapaz y el económico contará con la participación de Bavaria que el pasado mes de mayo anunció en Pamplona una inversión de 150 mil dólares en una etapa inicial.

Según Diego Molano, director de Desarrollo Sostenible y Fundación Bavaria, este aporte permitirá financiar parte del proyecto para conservar el agua del ecosistema que es un motor de vida y desarrollo socio-económico indispensable para mantener la producción de grandes industrias como la cervecera. Hay que respetar la voz de la comunidad y realizar el proceso de manera participativa, pero además, tiene que adelantarse con la institucionalidad: Corponor, las alcaldías, la Gobernación, la Agencia Alemana y otras entidades.

* Según el Ministerio de Ambiente, 12'602'329.7 hectáreas se conservan en los parques nacionales naturales de Colombia, es decir, más del 12%  del territorio nacional.