Como gastar la plata destinada al Desarrollo Internacional

Por: Gabriel Nagy

Actualmente hay mucho más optimismo en que las vidas de las personas en los países pobres y en desarrollo van a mejorar de manera significativa en los próximos quince años. Según Bjorn Lomborg, un economista danés, 2.5 trillones de dólares se invertirán en asistencia internacional para el desarrollo en los próximos 15 años hasta el 2030. Los proyectos de desarrollo tienen como objetivo mejorar las condiciones de las personas que viven en los países emergentes, ofreciendo mejores servicios de salud, atención en atención post desastres naturales y de emergencia, entrega de infraestructura , reducción de la vulnerabilidad y fortalecimiento de los sistemas de educación y agricultura entre otros.

Ultimamente el debate sobre el Desarrollo Internacional se centra en negociar un acuerdo sobre ayuda humanitaria y de desarrollo que será firmado por la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2015. Este acuerdo definirá la forma de medir y monitorear el éxito en el desarrollo. Hasta ahora, la ONU ha utilizado como indicador los Objetivos de Desarrollo del Milenio (MDG por sus siglas en inglés). El pasado 17 de enero de este año una coalición de más de 1.000 organizaciones no gubernamentales y celebridades inició la campaña por los "Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG en inglés)', que incluye 17 metas y más de 160 metas asociadas. A Ban Ki-Moon, dice The Economist, le gustaría ver todos los indicadores propuestos aprobados este mes de septiembre.

El Desarrollo Internacional es un esfuerzo fragmentado y disperso. Hay demasiados objetivos y demasiados interesados. Regularmente los proyectos carecen de un usuario final definido y empoderado; se ejecutan en entornos difíciles, complejos y de alto riesgo; las actividades de planificación, ejecución y monitoreo son plantas de personal y recursos financieros limitados; y los equipos y directores de proyectos carecen de experiencia y conocimiento en gestión de proyectos, asi lo sugieren Riggero GULINI y Paolo Landoni del Politecnico de Milano, Italia. Además, las organizaciones internacionales han desarrollado sus propias estándares normas de gestión, por lo que es difícil para el personal del proyecto, tanto del gobierno como las organizaciones no gubernamentales gestionar proyectos de manera eficiente y eficaz.

En 1998, el Banco Mundial evaluó aquello que funciona y aquello que no funciona de la ayuda para el desarrollo. El Banco sugería que una de las principales razones para la poca efectividad e impacto de los recursos para el desarrollo era la imposición -que hacen los organismos de ayuda y bancos de desarrollo, de normas, procedimientos, arreglos administrativos, mecanismos de control y seguimiento, y recursos (expertos extranjeros) en lugar de mejorar el entorno institucional general y la capacidad de gestión local para proporcionar bienes y servicios.

Asegurar la financiación y datos para la supervisión son clave para el desarrollo. Sin embargo es necesario un nuevo modelo de gestión si queremos ver los proyectos de desarrollo hagan una diferencia. Los proyectos de desarrollo internacionales deben aplicar economías de escala, focalizar el alcance e introducir buenas prácticas de gestión para entregar los grandes proyectos necesarios en el futuro de acuerdo a John Hicks de AECOM.

The Economist sugiere que países como Estados Unidos y Japón tratan de hacer demasiado. En las economías emergentes, la tentación es aún peor. La mayoría de las veces lo que hacen los gobiernos lo hacen mal o de baja calidad. En lugar de tratar de hacerlo todo, los gobiernos debieran dirigir el desarrollo más estrechamente y de forma más directa. Muchos países, en lugar de utilizar el enfoque sectorial (ministerios y proyectos nacionales), han delegado a los gobiernos locales (enfoque geográfico) la prestación y entrega de bienes y servicios a la comunidad. Generando mejoras cuantificables y más rentables en calidad de vida de la gente pobre y grupos vulnerables.

En primer lugar, al centrarse en áreas geográficas los proyectos de desarrollo crean mayor impacto, los efectos secundarios favorables son factibles, y las economías de escala aportar más valor por el dinero gastado en las comunidades. Con este tipo de proyecto de desarrollo basado en transformaciones urbanas, la propiedad del proyecto y los beneficiarios es más evidente; la ejecución y rendición de cuentas es más fiable; el riesgo se reduce y las lecciones aprendidas y mejores prácticas permiten proyectos replicables con más probabilidades de éxito.

En segundo lugar, los gobiernos deben adoptar un "marco de gestión o Standard" para diseñar y gestionar proyectos de desarrollo. El marco de gestión proporcionaría técnicas y herramientas para revisar si un proyecto relevante, viable, eficaz, y que genere el máximo retorno de la inversión. A través de una plataforma aplicable a todos los organismos del estado a nivel central y local permitiría a las autoridades y equipos de proyecto con una sola metodología recoger requerimientos legales, de contratación, medioambientales y administrativos de todas las partes interesadas, incluyendo las instituciones financieras y multilaterales y preparar los procesos que definen el alcance del proyecto durante la fase de planificación del ciclo de vida del proyecto y no durante la ejecución como se hace actualmente.

Esto simplificará la presentación de informes y el seguimiento de los proyectos y aumentaría la productividad de los equipos de gestión. Directores y miembros de equipo maduros en la gestión de proyecto entregarían planes -sólidos y detallados, de ejecución y gestión del cambio, tiempo, costo, calidad (inspecciones y auditorías), Recursos Humanos, comunicaciones (regularidad y el tipo de informes para los distintos interesados), manejo y control de riesgos, gestión de las contrataciones y manejo de interesadas mejorando los resultados de los proyecto y ejecutándolos en tiempo y dentro del presupuesto asignado.

Finalmente, no habrá diferencia si medimos el desarrollo utilizando los MDG o los SDG, pero dada la cantidad de dinero destinado para el desarrollo internacional o dada la complejidad de los desafíos que enfrenta la humanidad, muchos están pidiendo un enfoque distinto al desarrollo: uno más eficaz, viable y eficiente; asegurando que los recursos se inviertan mejoren las condiciones de las generaciones actuales y aseguren un desarrollo sostenible a las generaciones futuras.